Estremeciéndote de noche,
sorprendiéndote de madrugada.
Mordiéndote la piel,
susurrándote palabras,
bebiéndote la boca,
acariciándote el alma.
Ahogo tu deseo,
desarmo tu mirada,
comiéndote a besos,
deshaciéndote las ganas.
Desafiando tu razón,
queriendo…
me volvió a llamar tu corazón.
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