Tengo que comprar una funda para el móvil, pedí una en Ebay hace un mes… y nada, de nada, no da señales de vida… se habrá quedado extraviada en alguna aduana cualquiera, necesito la funda yaaaa….
Tengo un rato a mediodía, aprovecho para acércame al centro comercial en el que estuve el viernes pasado, vi una igual a la que compré en Ebay por un precio superior, pero es lo que hay, la de Ebay no llega, y ya la doy por perdida.
Llego al centro comercial, aparco y hago una foto al número de plaza… ¿Por qué hago la foto? Sencillo… porque el otro día perdí el coche.
Esto nunca me había pasado, lo prometo, es un centro comercial conocido para mí. Antes de ser el centro comercial que es hoy, era el CC M40, me encantaba, fundamentalmente porque no había nadie… iba mucho, conozco bien el parking… aunque actualmente a los señores y señoras que dirigen este centro comercial, no se les ha ocurrido otra cosa, que pintar todas las plantas del mismo color, y aún conociéndolo… me equivoque de planta…
Sí… ya sé debería estar más atenta, pero si lo clasifican por colores es más fácil. Memorizas color, número de plaza y listo, pero nooooo… para complicarlo, pintan todas las plantas de un mismo color. Cuando me dirigí al número que había memorizado ¡Ohhhh!! ¡Horror!!! No estaba el coche, hasta que se me encendió la bombilla y me di cuenta que esa no era la planta donde lo había aparcado. Subí a la planta superior y allí estaba, ¡Ufff que alivio!
Insisto, la clasificación por colores es importante… como sugerencia les diré a los señores y señoras que dirigen este centro comercial que, por favor, pinten las plantas con diferentes colores. ¡Sería de gran ayuda!
Sí, sí, ya sé… que es el color corporativo, pero joderrrr… al menos usen diferentes tonalidades de morado, me hacen pensar que le sobraba pintura corporativa, no sabían qué hacer con ella, y dijeron… «vengaaaa a pintar el parking»
Aparco el coche, hago mi foto, «¿no se pa’ qué si todas las plantas son del mismo color?» pero bueno yo hago la foto, que estoy muy empanada e igual se me olvida.
«¿Esto qué es? Un 31 reflejado en un espejo? ¿O es qué la foto se ha girado?» me pregunto a mi misma.
Lo miro de nuevo… «Ahhh noooo… es I3, sigue pareciendo un 31 reflejado en un espejo, o un 13… bueno da igual, venga… ¡bahhh! que no te va a dar tiempo»
Memorizo: morado i3 o 31 o 13 o lo que sea… pero morado eso seguro…jajaja
«Ufff, que bien, que poca gente… en el rato que tengo me va a dar tiempo a algo más de lo previsto»
Entro a una tienda y compro una camiseta…
¡Vamos bien! ni el chico del probador, ni la cajera, me han llamado de usted…¡genial! esto me pone contenta.
Supongo que es una cuestión de actitud y que difícilmente me pueden llamar de usted, si voy vestida como una niña, literalmente… zapatillas, camiseta y pantalones vaqueros lilas (bastante más claritos que el color del parking) son talla de niña, la 16 concretamente, no por delgada, más bien por pequeña… ¿Qué le voy a hacer, alguna ventaja tengo que tener?
Entro al supermercado tengo que comprar algunas cosillas, el chico de seguridad me dice que tengo que precintar la bolsa que llevo… esto es algo que todavía no alcanzo a comprender, pero bueno obedezco, y precinto la bolsa.
Pienso, «vaya gasto inútil de plástico, con lo que contamina» ¿pero qué más da? también me ha tuteado, me dice: «perdona, tienes que precintar la bolsa» y yo tan contenta a precintar mi bolsa, aunque me parezca una enorme soplapollez, jajaja
Cojo mi cesta y voy a buscar lo que necesito.
«Andaaaa… hay parafarmacia, necesito Pharmaton, voy a ver si tienen, que últimamente estoy muy cansada», pues sí, tienen, aquí está… en diferentes formatos, 30, 60 o 90 cápsulas. Comparo precios, vaya el de 90 es más barato que el de 60, no lo entiendo, pero bueno, cojo el de 90, ellos sabrán…
Le pregunto a la chica de la parafarmacia si lo tengo que pagar allí, me dice que sí, que espere un segundo, que se limpia las manos y me cobra, es muy simpática.
«¿Hoy la gente está especialmente agradable, o soy yo qué lo percibo así?»
Le doy la caja y me dice: «Joooo… estamos todas igual… ehhh» (por lo del complejo vitamínico) y pienso: «¡no me des carrete, como me des carrete estás pérdida!» y sí, me lo da, vaya si me lo da… empezamos una larga conversación.
«Lo que yo decía la gente está hoy muy amable o soy yo, no sé…»
Buaaaa… la empiezo a contar, que si… que me encanta la primavera, que la sangre altera… que por algún motivo o por el cambio de estación, no duermo bien y estoy muy cansada… bla, bla, bla.
Y ella… es verdad, yo igual… que si la sangre altera… que si la primavera… y así un rato riéndonos y diciendo cosas sin mucho sentido.
He estado por preguntarla a qué hora salía para tomar unas cañas, ¡qué tía más maja! así da gusto.
Como me ha caído tan bien, después de pagar (por si acaso rectifica y me cobra de más…jajaja) le digo que el bote de 60 cápsulas es más caro que el de 90, vamos a verlo juntas y me dice: «Uy que raro… estará mal, no puede ser, pero bueno, da igual, a ti ya te lo he cobrado a ese precio, ya lo revisaré luego»
Me voy más contenta todavía…
Compró zumo y se para la máquina antes de rellenar la botella completa, da error, (¿no sé para qué compro zumo? si ayer compré 3 kg de naranjas, pero bueno este se hace en un momento…) viene el frutero a ayudarme con la máquina, otro tío super majo.
«¿Pero qué le pasa hoy a la gente… Igual soy yo?»
Me voy a la caja con buen ánimo, la personas que me ha atendido me han puesto de buen humor, o ya iba yo con él, y ellos han contribuido a aumentarlo…
La cajera, también increíblemente amable y risueña… flipo… «No sé… o los tratan muy bien en este trabajo o hay algo en el ambiente que hace que la gente este especialmente simpática, incluida yo»
Me voy hacia el parking y recuerdo:
«Joderrrr la funda para el móvil… que principalmente es a lo que has venido»
Media vuelta y a la tienda donde vi la funda el viernes… llego a la tienda y me atiende “el chino” no sé si es chino (sin ánimo de ofender con lo de las nacionalidades) simplemente yo no los distingo, igual es coreano o japonés, no sé, supongo que a ellos les pasará lo mismo con nosotros…
Le digo que funda necesito, la busca, no tiene el color que quiero, pero me saca un par que me gustan, «vengaaaa esta» y empiezo a hablar con él, otro super amable, me empieza a contar que él tiene el mismo móvil, me lo ensaña, le pregunto si se calienta (porque a mí se me calienta) me dice: «Buenoooo todos los Samsung se calientan…» y allí me veo enfrascada en una conversación de teléfonos calientes con “el chino”. Viene el compañero a ver porque no llevo cristal protector en el teléfono, se lo explico y se parten de risa los dos… que cachondos… como se han reído a mi costa, pero eran majos y nos hemos echado unas risas…
Salgo de la tienda y ahora sí… me dirijo hacia el parking, tengo que volver a currar…
Paso por delante de la tienda Movistar y están las comerciales preguntando lo mismo que en todos los centros comerciales desde hace semanas…
«Hola chicas… ¿sois de Movistar?» les preguntan a dos chicas que iban a mi derecha y a mí… yo bajo la cabeza y me empiezo a reír (no de ellas) es que tengo prisa y ya sé lo que me van a preguntar.
Las chicas de mi derecha responden que no son de Movistar y me dice una de las comerciales con una sonrisa «y tú que te ríes, ¿eres o no?» le digo que sí, riéndome todavía, pero que no me puedo parar, me dice lo del regalo y le digo que ya se lo que es, que otro día hablamos y continúo caminando, nos despedimos amablemente y pienso: «joooeee… me meo… (pero no de la risa) de verdad, tengo que ir al baño» con tanta charleta con la gente, me he enrollado más de lo previsto y no me da tiempo ¡tengo que volver!!!
Llego a casa y aparco en la puerta… ¡Tomaaa!!! tenía que ir al baño en el centro comercial y ya no me daba tiempo a pararme… aparcar en la puerta nada más llegar y teniendo una urgencia, no puede ser casualidad…
Esto tiene que ver mucho con el Karma y la Ley de la Atracción…
Si estas de buen humor, contento y con buenas vibraciones eso se transmite a los demás y recibes lo que das, así funciona, no hay más misterio. No es que todos los empleados del centro comercial se hayan comido una pastillita de la risa… es que si tu proyectas alegría eso se contagia.
Hoy yo estaba y estoy especialmente contenta… y además he coincidido con personas que o bien también lo estaban o si no lo estaban se lo he contagiado yo…
Es la Ley de la Atracción sí o sí, no hay duda…
Moraleja: ¡Qué La Ley de la Atracción existe!!! cada día estoy más segura de ello…
¡SOMOS LO QUE PROYECTAMOS Y PROYECTAMOS LO QUE SOMOS!
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