Aún con la mirada embriagada por el desbordamiento descontrolado de la brisa, y aún a pesar de los insomnios…
De nuevo, —está vez literalmente—, según la definición; «Se produce un hallazgo afortunado» —-que espero sea muy valioso—.
Debido muy probablemente al aumento de dopamina,—por no haber pegado ojo—, mi actividad neuronal se ha disparado, y ha sido mientras buscaba una cosa totalmente distinta, cuando ha surgido la idea.
Quizás hayan sido los bises, o quizás, haya sido la marea,
tal vez, la transición hacia la luna nueva,
igual han sido las musas, o los te quiero… a mi manera.
Yo pasaba por allí…
“Desde aquí… desde este instante te puedo decir que hoy me rindo por última vez…” (VM)
—¡No… mentira!—.
—Me seguiré rindiendo una y otra vez, porque me encanta hacerlo—.
Gracias por haberme atrapado en el tiempo y forma en que lo hiciste, gracias por sacar lo mejor de mí, gracias por recordarme el camino, y gracias por existir.
Gracias a ti y solamente a ti, por ser… —otra vez—
“Mi SERENDIPIA”.
«Mi Serendipia»
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