El Comienzo
💫 El Preludio Prohibido

💫 El Preludio Prohibido
CUANDO ALGO SE ENCIENDE
Nadie sabe exactamente cuándo empieza un deseo.
Ni cuándo un susurro interno deja de ser ruido y se convierte en destino.
Solo sé que una noche, sin buscarlo, algo dentro de mí… se encendió.
No fue un pensamiento.
Fue una corriente.
Un latido.
Un temblor suave que subió desde la piel hasta la conciencia
y me recordó algo que había olvidado:
que también soy cuerpo…
que también soy fuego…
que también soy piel que despierta.
Hasta ese momento yo vivía deprisa.
Cumpliendo, sosteniendo, sobreviviendo.
Apagando mis propios latidos para no incomodar a nadie.
Y entonces apareció ella:
esa parte de mí que siempre me observó en silencio,
esperando a que me atreviera a nombrarla.
La llamé Penélope.
Y fue liberarla —en secreto, sin ruido, sin permiso—
lo que abrió la puerta a todo lo que vendría después.
A esa serendipia extraña que, sin buscarla,
se convirtió en mi hogar.
Porque lo cierto es que no estaba naciendo un proyecto.
Estaba recordando.
Recordándome.
Recordando que en mí vivían palabras prohibidas,
caricias que nunca llegué a nombrar,
deseos que solo reconocían mis sueños,
y una voz interior que pedía ser escrita
con la misma urgencia con la que la piel pide ser tocada.
LA LLAMADA
Revelando los Sentidos empezó así:
con una vibración.
Con esa sensación eléctrica en el pecho que aparece cuando algo o alguien
está a punto de suceder.
No fue una idea.
Fue una llamada.
Una energía que pedía palabras…
y me devolvía placer.
El placer de escribir.
De sentir.
De permitir que alma y cuerpo hablaran por primera vez el mismo idioma.
Cada frase era una caricia velada.
Cada relato, un susurro íntimo.
Cada historia, una puerta entreabierta a lo prohibido.
Porque el erotismo no es vulgaridad.
Es verdad.
Es instinto que despierta.
Es esa luz tibia que vibra entre dos cuerpos
antes incluso de tocarse.
Es memoria.
Es intuición.
Es destino respirando cerca.
Revelando los Sentidos no nació para entretener.
Nació para recordar.
Para recordarnos que el deseo es un lenguaje antiguo
que todos hemos hablado alguna vez
aunque hoy vivamos como si no lo supiéramos.
Aquí, en este universo,
la pasión no es un exceso:
es un regreso.
Un regreso al pulso, al temblor,
a la mirada que se detiene un segundo más de lo correcto,
al escalofrío que baja por la columna sin pedir permiso,
a esa sensación de que algo —o alguien—
te estaba esperando antes incluso de que llegaras.
Nada es casual.
Nada es simple.
Nada es inocente.
Cada palabra escrita aquí es un punto de encuentro
entre lo que imaginas
y lo que manifiestas.
Entre lo que deseas
y lo que atraes.
Entre lo que callas
y lo que arde.
Así que antes de seguir,
haz una pausa.
Respira despacio.
Imagina que tus manos rozan algo invisible,
una historia que vibra justo antes de nacer.
Una energía que pide ser sentida.
Un deseo que te reconoce.
No intentes entenderlo.
Solo permite que suceda.
Porque algunos comienzos no se planean:
se manifiestan.
Y este…
este es uno de ellos.
Bienvenida a El preludio prohibido.
La puerta oculta del Secreto de Penélope.
El punto exacto donde la piel despierta,
la intuición murmura,
y el destino—
el destino empieza a moverse.
🔗Revelando los Sentidos: "La noche solo acaba de empezar"
📌Aquí empieza todo… o quizás nunca terminó.
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